Londres, 3 jun (Prensa Latina) El primer ministro británico Boris Johnson condeno hoy el asesinato del afronorteamericano George Floyd a manos de la policía de Estados Unidos, tras ser conminado a pronunciarse sobre el tema por la oposición en el Parlamento.
Creo que lo sucedido en Estados Unidos fue atroz, inexcusable, afirmó el gobernante conservador este miércoles, en respuesta a una pregunta que le hizo el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, al inicio de la habitual comparecencia semanal del Primer Ministro británico en la Cámara de los Comunes.
Tras señalar que la muerte de Floyd puso en claro el racismo y el odio que sufren muchos en Estados Unidos y otros países, Starmer conminó a Johnson a decir algo al respecto, y a transmitir al presidente Donald Trump el rechazo de los británicos a la forma en que respondió a ese hecho.
A su turno, el jefe del gobierno británico aseguró que comprendía perfectamente el derecho de la gente a reaccionar de la forma en que lo han hecho, aunque consideró que las manifestaciones debían realizarse dentro de la ley y de una manera razonable.
Por supuesto que las vidas de los negros importan, y entiendo totalmente el odio y el dolor que se siente, no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo, incluido nuestro país, afirmó Johnson, quien no contestó a una pregunta del legislador nacionalista escocés Ian Blackford, sobre si había abordado el tema con Trump.
El asesinato de Floyd la semana pasada a manos de un policía blanco de Minneapolis que estuvo más de ocho minutos arrodillado sobre su cuello mientras lo mantenía esposado, desató una ola de violencia en varias ciudades de Estados Unidos.
En el Reino Unido también hubo manifestaciones el domingo pasado frente a la embajada estadounidense en Londres, y en otras ciudades británicas.
Este miércoles, miles de personas se congregaron en el céntrico Hyde Park londinense para repudiar el crimen, y solidarizarse con las protestas que mantienen en vilo varias ciudades de Estados Unidos.
La Policía británica también afirmó en un comunicado que compartía la consternación de quienes se sienten horrorizados por la forma en que murió Floyd, y consideró que se debía hacer justicia y pedir cuentas a los culpables.
Aunque aseguró que el derecho a protestar es un derecho fundamental de la democracia británico, las fuerzas del orden recordaron que las medidas de distanciamiento social en vigor por la pandemia de Covid-19 prohíben las reuniones públicas donde participen más de seis personas.